The following encyclical of Pope Paul VI focuses on the development of peoples, especially those who are striving to escape hunger, misery, endemic diseases and ignorance; who are seeking a wider participation in the fruits of civilization, a more active appreciation of their human qualities; who are resolutely oriented towards full development. The Church is attentively observing this, and it has been decided to create, among the Church’s central bodies, a Pontifical Commission charged with the task of «awakening in the whole People of God a full awareness of the role that the present times demand of each one in order to promote the progress of the poorest peoples, to foster social justice among nations, to offer to those who are less developed such assistance as will enable them to provide, themselves and for themselves, for their progress»[8]. Justice and Peace is its name and its program. This program can and must bring together men of good will with our Catholic sons and Christian brothers.
La siguiente encíclica del Papa Pablo VI se centra en el desarrollo de los pueblos y muy especialmente el de aquellos que se esfuerzan por escapar del hambre, de la miseria, de las enfermedades endémicas, de la ignorancia; que buscan una más amplia participación en los frutos de la civilización, una valoración más activa de sus cualidades humanas; que se orientan con decisión hacia el pleno desarrollo. Ésto es observado por la Iglesia con atención y se ha decidido crear, entre los organismos centrales de la Iglesia, una Comisión Pontificia encargada de «suscitar en todo el Pueblo de Dios el pleno conocimiento de la función que los tiempos actuales piden a cada uno en orden a promover el progreso de los pueblos más pobres, de favorecer la justicia social entre las naciones, de ofrecer a los que se hallan menos desarrollados una tal ayuda que les permita proveer, ellos mismos y para sí mismos, a su progreso»[8]. Justicia y Paz es su nombre y su programa. Este programa puede y debe juntar los hombres de buena voluntad con nuestros hijos católicos y hermanos cristianos.
L’encyclique suivante du Pape Paul VI se concentre sur le développement des peuples, en particulier de ceux qui s’efforcent d’échapper à la faim, à la misère, aux maladies endémiques et à l’ignorance ; qui recherchent une plus large participation aux fruits de la civilisation, une valorisation plus active de leurs qualités humaines ; qui s’orientent résolument vers le plein développement. L’Eglise l’observe avec attention et il a été décidé de créer, parmi les organismes centraux de l’Eglise, une Commission pontificale chargée «d’éveiller dans tout le Peuple de Dieu la pleine conscience du rôle que les temps présents exigent de chacun pour promouvoir le progrès des peuples les plus pauvres, favoriser la justice sociale entre les nations, offrir à ceux qui sont moins développés l’aide qui leur permettra de pourvoir, eux-mêmes et pour eux-mêmes, à leur progrès» [8]. Justice et Paix est son nom et son programme. Ce programme peut et doit réunir des hommes de bonne volonté avec nos fils catholiques et nos frères chrétiens.
https://www.vatican.va/content/paul-vi/es/encyclicals/documents/hf_p-vi_enc_26031967_populorum.html
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